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Aporofobia, ¿por qué rechazamos al pobre?

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Foro Antón Martín

El pasado miércoles, Ramón Ortega, profesor de Antropología de la Salud, impartió una conferencia titulada "Aporofobia, ¿por qué rechazamos al pobre?" en el Foro Antón Martín, un espacio de debate y reflexión entre alumnos y profesores.

El término aporofobia fue acuñado por la filósofa Adela Cortina en 2008 para referirse al miedo, rechazo o aversión a los pobres. "No molesta el extranjero por el hecho de serlo. Molesta, eso sí, que sean pobres, que vengan a complicar la vida a los que, mal que bien, nos vamos defendiendo, que no traigan al parecer recursos, sino problemas". La filósofa consideró necesario buscar una palabra que nos ayudase a definir esta realidad social porque lo que no tiene nombre no existe.

La aporofobia es un rasgo propio de la sociedad occidental basada en el principio de la reciprocidad e intercambio económico, donde las personas tienen que tener una utilidad en el sistema. En este sentido, las personas pobres sin recursos son rechazados porque no tienen nada que ofrecer. Por tanto, a las actitudes racistas y xenófobas que vemos y vivimos cada día se suma una fobia distinta que nos producen las personas más vulnerables.

Durante la ponencia Ramón Ortega ha citado el libro de Adela Cortina "Aporofobia, el rechazo al pobre" para exponer esta teoría. "Un alumno de Erasmus que viene a nuestra universidad nos parece un enriquecimiento cultual y lo recibimos con hospitalidad. En cambio, rechazamos al inmigrante pobre que no tiene hogar y parece que no puede aportar nada positivo." ejemplificaba el profesor de Antropología de la Salud.

Este rechazo se intensifica debido a los discursos de odio de los nuevos partidos de ultraderecha que proliferan en Europa y Estados Unidos junto a la crisis de refugiados y a la ola de xenofobia. "Pero lo peor de todo es que abundan los partidos políticos que apuestan por el discurso xenófobo como seña de identidad y como incentivo para ganar votos", explica Adela Cortina en su libro. 

A modo de cierre, Ramón Ortega animó a los participantes a pensar en el problema de la aporofobia y se generó un debate muy interesante entre alumnos y profesores.

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